domingo, 30 de enero de 2011

El fútbol como causa.

Espere todo el domingo para verle a mi club de fútbol jugar un partidazo contra el respetable equipo de Guaraní, se esperaba con gran expectativa este torneo debido a las inversiones realizadas por todos los equipos para elevar un poco el nivel de nuestro torneo casero.

¿Pero que pasó?... aparece un inadaptado, un fanático ignorante o alborotador profesional a empañar la fiesta. 

Yo no entiendo que nos lleva a los seres humanos buscar una causa, juntarnos en manadas y atacar a mansalva a quienes no coinciden con nuestra causa. Acá en Sudamérica son las barras bravas, en Norte y Centroamérica son las pandillas, en Europa en su momento eran célebres los Hooligans... no leí mucho socioantropología, solo lo tuve un semestre en mi carrera, pero creería que los seres humanos somos llamados por nuestras raíces ancestrales a tener comportamientos dignos de animales buscando imponer nuestro territorio, en este caso, el territorio seria nuestra supuesta causa. Según pienso, este llamado estaría inhibido en las mentes pensantes, educadas, que diferencian las causas verdaderas de las falsas, en fin, todos los caminos nos conducen a que este tipo de actitudes derivan de problemas sociales muy complejos, como pueden ser juventudes sin rumbo ni esperanza, que viven el día a día sin medir las consecuencias de sus actos.

Este problema no se limita según mi entender a un espectro socioeconómico definido, al mirar los comentarios posteriores al hecho, como hinchas de otros clubes, en su mayoría relacionaban esta actitud con el hecho de ser cerristas, lo que es mas absurdo, porque se desvía y se maquilla de fanatismo este hecho tan grave, culpando al fútbol de bochornos como estos.

Estamos mal, en los medios vemos todo el tiempo confrontaciones, la violencia nos alimenta, el morbo nos divierte, y lentamente volvemos a las cavernas guiados por causas cada vez mas estúpidas. Existen soluciones, la mayoría plantea soluciones paliativas (todos presos!), pero nadie sabe como curarnos de esto definitivamente.

Quizás mi punto de vista no sea el correcto, pero es mi mejor explicación, para explicar lo inexplicable. 

Juzguemos estas actitudes con objetividad, hagamos un mea culpa, y contribuyamos a la solución. Generando mas confrontación con esto, lo único que hacemos es alentar a los neocavernícolas a practicar mas lanzamientos de piedras. 



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